Con 65 millones de dólares de presupuesto y una preparación que demandó nueve años, nadie esperaba un estreno tan accidentado. Pero lamentablemente sucedió: la primera función de “preview” (preestreno) del musical Spider-Man: Turn Off the Dark se detuvo cinco veces, el protagonista principal quedó colgado de un arnés durante un largo rato y los críticos no fueron, lo que se dice, generosos con el megashow.
La función del musical de tres horas y media dirigida por Julie Taymor y con música de Bono y The Edge (de U2, que viene a la Argentina el 30 de marzo, ver más información en Pag. 6) tuvo lugar el domingo a la noche en el Foxwoods Theatre de Nueva York y las críticas fueron durísimas.
The New York Post lo calificó de “épico fracaso” y contó que “en varios momentos, cables del escenario cayeron sobre el público, faltaban piezas del decorado y la estrella del espectáculo quedó colgando del aire en el final del primer acto”. Tras cinco interrupciones, buena parte del público que pagó 275 dólares por estar allí, abandonó el teatro.
Los “problemas técnicos” suelen ser normales en estos preestrenos y podrían resolverse para la apertura oficial, en enero próximo. El problema, al menos en la opinión de los críticos, es que tampoco parecen ser muy interesantes ni el guión (“confuso”) ni la música (“insípida”) de la pieza. ¿Estarán a tiempo de cambiar la historia o será Spider-Man el fracaso más resonante en la historia de Broadway?
Fuente: clarin.com
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